lunes, 10 de diciembre de 2012

BABEL

Sala: Teatro Marquina Autor: Andrew Bovell (versión de Pedro Costa) Directora: Tamzin Towsend Intérpretes: Jorge Bosch, Pedro Casablanc, Pilar Castro, Aitana Sánchez-Gijón Duración: 1.25'
Información completa (el enlace inactivo puede significar que la función ya no está en cartel)
 
Speaking in tongues (1996) fue premiada y llevada al cine (Lantana, 2001). Llega, por tanto, con avales. Y a mí me asalta una perplejidad parecida a la que me produjo Closer. Los personajes van y vienen, pero no veo que lleguen a ninguna parte. No hay desenlace (el público tarda un rato largo en entender que debe aplaudir). La leve trama de intriga no es, desde luego, el motor de la pieza (creo que lo es un poco más en la película). Así que estamos ante ese tipo de narración que entreteje historias diversas, dibujando, sobre todo, personajes y marcos de relaciones. Un poco a la manera de Magnolia. Esto no es ninguna tara de origen, podríamos decir casi lo mismo de Chejov. Es mucho más fácil de articular en el cine, por motivos largos de explicar, pero se sustenta en el teatro sólo con un delicadísimo trabajo de orfebrería. Siguiendo con el símil, una Ratonera mediocre puede hasta entretener, pero un Chejov poco sutil aburre hasta a las piedras.


La versión de Townsend se sostiene, pero no impacta. Tarda en enganchar: no lo hace hasta los monólogos que introducen historias divergentes en lo que, hasta ese momento, sólo es un relato de infidelidades. 


Pilar Castro
El comienzo, con escenas simultáneas y parlamentos dichos al unísono por parejas de  actores, es, desde luego, fruto de un formidable trabajo, pero el efecto casi no pasa de la sorpresa. Ellas están mejor que ellos, parece que se creen más los papeles. Pilar Castro, estupenda,  sobre todo como la mujer despegada de los afectos, y en el relato del zapato y el vecino. En pocas palabras: no es para echar cohetes, pero acaba resultando interesante.
P.J.L Domínguez